En la obra de Rafael Allende, la República de Jauja no se asemeja a esta leyenda paradisiaca, sino que es más bien una república en decadencia, gobernada por un presidente corrupto y mentiroso, a quien solo le interesa llenar sus bolsillos de dinero a cuesta del trabajo y el pueblo, presidente que tiene una relación muy cercana con la religión como una forma de mantener el control del pueblo, pues este no puede existir sin la fe en un dios (Alá en este caso).
Alí- Caimán: Un pueblo que no creyese
En un Paraíso eterno
Sería para el Gobierno
Peligroso…
El presidente Camaleón II, debe su nombre a la habilidad que posee este animal de adecuarse o de camuflarse según el fondo en el cual se encuentre, así mismo funciona este presidente, adecuándose a las circunstancias y daño discursos que mantengan conformes a todos (discursos que se basan principalmente en la mentira y el engaño cuando se trata de hablar con el Pueblo o la Democracia), este presidente es también quien controla a la Prensa, estableciendo que es lo que se debe informar al pueblo, modificando la información que se transmite y ocultando lo que no conviene informar para evitar cualquier tipo de sublevación. El personaje de la Prensa muy bien lo dice en un diálogo establecido con la Verdad:
Prensa: ¡Calla, calla!
Si de cuanto tú me digas
No puedo publicar nada.
Verdad, no me vengas, pues,
Con tus verdades amargas,
Que el gobierno sólo gusta
De mentiras confitadas.
Además de controlar la prensa y la información, el poder ejecutivo mantiene una cordial relación con la Aristocracia, a quien le otorga cargos públicos en el gobierno, cargos irrisorios, puesto que por ejemplo, le otorga el cargo de Tesorero de la república a un aristócrata que es reconocido públicamente como un ladrón, pero al parecer lo que más importa en este caso es estar del lado de la aristocracia, de las grandes familias con poder monetario:
Camaleón II: ¿E ignoras debo a su esposo
Grandes servicios políticos?
Y pondré, imbécil bufón,
Toda la administración
En manos de esa familia.
Asunto que se ve doblemente reflejado en el momento en el cual el Pueblo es llevado a la cárcel por embriagarse y robarse una gallina para poder comer, siendo condenado a ciento cincuenta azotes y al llegar un familiar de la Aristocracia, quien ha cometido un crimen mucho peor que el Pueblo, se le es dejado en libertad tan sólo con pagar una fianza de un peso, en este momento se establece una notoria desigualdad ante la ley entre los miembros de la aristocracia (figuras de poder monetario) y el Pueblo, la ley no se plica de igual forma, la ley en este caso rige con firmeza y crueldad solo para quienes no tienen relación con el poder.
Otro rasgo importante, es el personaje de el Presupuesto, quien al asumir Camaleón II, se encontraba en deplorables condiciones, puesto que el anterior presidente casi acaba con el dejándolo en los huesos (en beneficio propio), pero este personaje engorda considerablemente luego que Camaleón II tras muchas conversaciones con el Pueblo y la Democracia a causa de las pésimas condiciones de la república, da a conocer una supuesta guerra o conflicto con un país vecino, con ello, logra controlar la sublevación del pueblo enviándolo a la guerra y además engordar al presupuesto, pero este presupuesto que ya a engordado de manera considerable sigue estando en beneficio de la aristocracia y los personajes más poderosos del gobierno, nunca el presupuesto se encontrará en manos del pueblo, el trabajo, la industria o la democracia:
Presupuesto: …Qué ocurrencia,
Chupar de esta sangrecita
Que a los ricos alimenta?
Yo no me dejo sangrar
sin una orden expresa
firmada y contrasellada
por el Ministro de Hacienda;
y el Ministro estas sangrías
para el pobre no receta.
Lo que me pareció interesante al leer esta obra, es la similitud entre la ficción y la realidad, es increíble que casi dos siglos más tarde de la escritura de esta obra (que en la ficción pasa en el año 2000) los problemas que afectan a nuestro país sigan siendo los mismos. Que el pueblo siga tolerando la privatización y manipulación de la prensa y la información, que los principales medios de comunicación masivos pertenezcan a los poderosos que informan lo que conviene informar y que manipulan la información a conveniencia personal, que las empresas extranjeras sean un personaje central (el personaje de el Tío Tom en la obra) dentro de nuestra economía, que el presupuesto aumente de manera considerable con las ventas del cobre y productos nacionales, pero que de esa gran torta el pueblo solo toque una mínima rebanada, que hay una franja enorme de desigualdad social que se acrecienta cada vez mas y que parece que nunca llegará la igualdad a nuestra nación (porque al parecer a los poderosos no les conviene la igualdad, puesto que dejaría de existir la mano de obra barata), porque aún y de manera constante observamos que la ley es flexible con los poderosos (políticos, empresarios, etc) mientras que con los pobres la ley es rigurosa, porque hemos presenciado una y otra vez y mil veces la injusticia frente a nuestro ojos, y hemos alzado nuestras voces en manifestaciones que expresan el descontento nacional, pero siempre el gobierno tiene asuntos internacionales más importantes para acallar el clamor popular, porque se nos calla con promesas y discursos que probablemente nunca se harán realidad, pero que sirven de calmante para las masas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario